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¿Cómo prepararse para una recesión económica?

¿Cómo prepararse para una recesión económica?

En los últimos tiempos hemos estado transitando por escenarios complejos, de alta inflación, incertidumbre a nivel mundial, todo esto derivado de la pandemia del COVID-19, sumado a la Guerra entre Rusia y Ucrania (que pareciera no tener un final próximo) se han convertido en el caldo de cultivo para lo que conocemos hoy en día como recesión económica.

Y lo que hemos presenciado en este año 2022 es sólo un abrebocas de lo que pudiéramos estar enfrentando en buena parte del próximo.

Sin embargo, es importante entender cuáles son las opciones que se tienen al momento de sobrellevar una recesión que, de una u otra manera nos afectará a todos sin distinción,  y que más allá de verla como una tragedia, puede ser tomada como una oportunidad para crecer, reinventarse y buscar nuevas oportunidades de negocio.

Recesión económica, ¿Y ahora qué hago?

Esta crisis llamada recesión económica tiene componentes externos e internos y se dan cada cierto tiempo como por ejemplo la del año 2008, que trajo contracciones económicas en gran parte del mundo y cuyos “coletazos” siguieron afectando a muchos países luego de varios años.

Por otra parte, los ciclos económicos se miden sobre el Producto Interno Bruto (PIB) de cada país, que toma en consideración variables internas como procesos políticos y sociales relevantes o variables externas como la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania que nos afectan a todos por igual como por ejemplo el alza del dólar.

Debido a este tipo de situaciones, la economía mundial se contrae y eleva los niveles de inflación, se producen desaceleraciones en las economías locales propias de cada país, pero que al mismo tiempo están conectadas unas con otras a través de exportaciones e importaciones de insumos o materias primas para la elaboración de productos que se ven afectados por igual.

Y aunque hemos observado que la inflación es alta en la mayoría de los bienes de consumo masivo  por parte de las personas, muchas de las empresas que producen esos bienes tienden a subir los precios de los mismos como un mecanismo de defensa ante la inflación que también los afecta, produciendo un efecto rebote: se consume menos porque se produce menos, lo que afecta a la productividad del sector y la economía del país se estanca.

Pero así como hay inflación generada por la recesión, también se producen ajustes importantes en los mercados globales que generan oportunidades de negocios muy atractivas, sin embargo, es necesario ser prudente en las decisiones de inversión y gastos en un futuro cercano.

Por ello, es importante tener en cuenta lo siguiente:

  • No precipitarse en la toma de decisiones que se puedan ver afectadas por la emoción del momento, como el temor o el desaliento
  • No  tomar préstamos muy onerosos para capital de trabajo, dejando en garantía propiedades clave a grandes aforos
  • Mantener una cierta liquidez de al menos un año de gastos de corto plazo para el pago de proveedores, gastos administrativos, servicios, etc.
  • Desarrollar una “estrategia de negocios” para abordar las oportunidades que puedan surgir en un período de contracción económica buscando alianzas con empresas de la competencia, proveedores, clientes o compañías de actividades paralelas que puedan ayudar a tu empresa a sobrellevar este período

No todo es tan terrible como parece…

Aunque hay un alto nivel de incertidumbre que frena las decisiones de inversión en varios sectores productivos de muchos países, es posible enfrentar la recesión económica que se avecina para el año 2023 tomando en cuenta que se pueden renegociar préstamos para pagar cuotas más bajas durante un plazo más largo, siempre y cuando seamos totalmente transparentes con nuestros socios, inversionistas, proveedores, etc. en lo referente al pago de esos dineros.

De esta forma, demostrarás que aunque los tiempos sean poco favorables para la inversión, la integridad de tu negocio es más importante, lo que dará una sensación a los inversionistas de solidez y seriedad.

En conclusión, en las épocas de crisis debe reinar la calma, la sensatez y por qué no la fe, sobre todo para el escenario que se vislumbra en los próximos meses con la forma de recesión económica pero que al terminar, vendrá un ciclo nuevo lleno de promesas y nuevos horizontes de oportunidad y crecimiento, en donde con las lecciones aprendidas por esta situación, podrás orientar mejor tus estrategias de negocios.

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