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El uso de energías renovables ayuda a reducir la contaminación del planeta

El uso de energías renovables ayuda a reducir la contaminación del planeta

Las fuentes de energías como el sol, el viento, el agua o el mismo calor de la tierra son renovadas por la propia naturaleza y emiten pocos y/o ningún contaminante o gas de efecto invernadero que afecte al planeta.

Sin embargo, una gran cantidad de estos gases cubren la tierra día a día y son producidos por la quema de combustibles fósiles con el objetivo de generar electricidad y calor, como el carbón, el petróleo y el gas, que  representan más del 80 % de la producción de energía en todo el mundo, y son responsables del 75 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y del 90 % de todas las emisiones en dióxido de carbono.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha propuesto la meta de reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero para 2030 y para lograrlo, la humanidad necesita dejar de depender de los combustibles fósiles e invertir en fuentes de energía que sean más limpias, accesibles y  sustentables.

Por lo que las energías renovables, alternativas, verdes y limpias se presentan como la mejor opción a seguir para evitar el avance del calentamiento global y la destrucción del planeta tierra.

¿Todas las fuentes de energía son iguales?

Aunque todas son consideradas dentro del espectro de energías renovables, lo cierto es que  tienen diferentes fuentes de procedencia, por eso aquí te explicaremos lo que cada una de ellas significa y en dónde pueden aplicarse.

Las energías alternativas son aquellas que provienen de recursos naturales y que se regeneran continuamente, es decir, son renovables e inagotables y normalmente no son  contaminantes, a excepción de la energía biomasa, que proviene de residuos orgánicos y se considera una fuente contaminante, ya que al quemarse, emite gases perjudiciales como CO2 o el óxido de nitrógeno.

Las energías limpias o verdes como la solar o la eólica son aquellas que se obtienen sin emitir ningún tipo de sustancia contaminante, ni provocar impactos negativos en el medio ambiente porque también son renovables.

Por ello es imprescindible incluir este tipo de energías dentro de los modelos productivos de los países desarrollados, a fin de frenar el cambio climático, producto de la contaminación del planeta, por lo que estas 5 premisas pueden orientar a las empresas hacía un cambio de paradigma en sus operaciones productivas, que puedan preparar el camino hacia un planeta más sano y habitable para las generaciones actuales y las venideras.

1) Las energías renovables están a nuestro alrededor, puesto que 80 % de la población mundial (aproximadamente 6.000 millones de personas) viven en países que son importadores de combustibles fósiles, por lo que la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés) manifiesta que el 90 % de la electricidad mundial debe extraerse de las energías renovables para el año 2050, aprovechando los recursos que cada país posea en esta materia.

2) Las energías renovables son más baratas porque son más accesibles en cualquier parte del mundo, y muestra de esto es que el costo de la electricidad proveniente de la energía solar cayó alrededor del 85 % entre los años 2010 y 2020, así como los costos relacionados con la energía eólica con ubicaciones en tierra y en alta mar bajaron cerca de un 56 % y un 48 %, haciendo que sean más atractivas, incluso en los países con rentas medias o bajas.

Y para 2030, la electricidad más económica provendría de fuentes renovables, aportando el 65 % de todo el suministro de energía eléctrica a escala mundial, asimismo para el año 2050, se busca descarbonizar el 90 % del sector energético, recortando masivamente las emisiones de dióxido de carbono y los efectos del cambio climático.

3) Las energías renovables son más sanas, de acuerdo a lo expresado por la Organización Mundial de Salud (OMS), cerca del 99 % de las personas del planeta respiran un aire con niveles perjudiciales, contaminados con materiales particulados de dióxido de carbono, originados por la quema de combustibles fósiles, poniendo en peligro la salud de las personas en todo el mundo.

4) Las energías renovables crean nuevos puestos de trabajo según organismos internacionales, unos 14 millones de nuevos puestos de trabajo serán destinados a la producción de energías limpias para el año 2030, y los sectores energéticos podrían necesitar 16 millones más de trabajadores, para cubrir los nuevos puestos en la fabricación de vehículos eléctricos y en tecnologías innovadoras como el uso de hidrógeno, con un total de 30 millones de puestos de trabajo para la siguiente década.

5) Las energías renovables son más razonables en términos económicos puesto que, en 2020 se gastaron cerca de 5.9 trillones de dólares en aportes al sector de los combustibles fósiles, incluidas rebajas fiscales.

Si bien es cierto que se necesita invertir alrededor de 4 trillones de dólares cada año en energías renovables hasta el año 2030 (incluidas tecnologías e infraestructuras) para lograr el objetivo de emisiones cero para el año 2050, esta inversión tendrá su compensación ya que, la reducción en contaminación y en el impacto negativo sobre el clima podría llegar a ahorrar al mundo hasta 4.2 trillones de dólares hasta completar la meta establecida por la ONU.

Aún falta mucho por hacer…

El impacto de las energías renovables en el medio ambiente apenas se está empezando a notar, en comparación a la explotación de recursos no renovables y contaminantes en las que actualmente está basado nuestro fundamento energético.

Sin embargo, debemos apresurar los tiempos estimados para que el cambio de conciencia, actitud y prácticas se instale en la mente de los seres humanos como una hoja de ruta a seguir, para evitar la catástrofe ambiental que se nos avecina como humanidad, y de la que lamentablemente, somos responsables en su totalidad.

Pero no todo está perdido, aún podemos girar el rumbo de nuestra existencia y ayudar al planeta a regenerarse poco a poco, a través de los recursos naturales y renovables de cada país e incluirlos en prácticas sustentables de nuestro diario vivir.

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